La demo de Google mostró que es posible intervenir con extrema sutileza en una imagen sin "contaminar" el resto del contenido. OpenAI apunta exactamente al mismo problema: evitar que una edición puntual termine generando una imagen completamente distinta a la original.
En la práctica, esto permite trabajar sobre una misma imagen de forma iterativa, algo clave para diseñadores, creadores de contenido, marcas y usuarios que buscan resultados previsibles.
Otro eje de la actualización es el rendimiento. Según OpenAI, el nuevo modelo puede generar imágenes hasta cuatro veces más rápido que la versión anterior. Esta mejora impacta directamente en el uso cotidiano, donde la IA se utiliza para probar ideas, hacer ajustes rápidos o producir contenido en tiempo real.